Indignación y caos en Indonesia: las protestas se multiplican tras un atropello policial

El país vive una escalada de tensión social tras la muerte de Affan Kurniawan, un joven conductor de mototaxi atropellado por la policía. Las protestas se han extendido a múltiples ciudades, dejando muertos, heridos y edificios incendiados, mientras la población exige justicia y denuncia corrupción e impunidad.

La tensión social en Indonesia alcanzó niveles críticos tras la muerte de Affan Kurniawan, un joven conductor de mototaxi de 21 años, atropellado por un vehículo blindado de la Policía durante enfrentamientos con manifestantes. Su muerte desató una ola de protestas que se extendieron por Yakarta, Makassar, Surabaya, Solo, Yogyakarta, Bali, Lombok, Medan, Manado, Bandung y Manokwari.

En Makassar, la ciudad más grande de la isla de Célebes, los disturbios escalaron a niveles extremos: manifestantes incendiaron el edificio del consejo provincial y local, así como vehículos cercanos, dejando al menos tres muertos y cinco heridos. Dos personas murieron en el lugar y una más en el hospital tras quedar atrapadas en el fuego. Varias personas resultaron con quemaduras y huesos rotos al intentar escapar del edificio incendiado.

En Yakarta, las protestas se concentraron frente a la sede de la Brigada Móvil de la Policía, responsable del atropello. Los manifestantes intentaron asaltar las instalaciones mientras la policía respondía con gases lacrimógenos y cañones de agua. En Surabaya, los manifestantes atacaron el complejo del gobernador, incendiaron vehículos y destruyeron vallas, mientras que en Bali y Lombok los estudiantes y conductores de mototaxis exigieron visibilidad internacional para denunciar la injusticia y la impunidad policial.

Las protestas reflejan un descontento profundo ante los subsidios de vivienda otorgados a los 580 diputados, que ascienden a 50 millones de rupias mensuales (unos 2.600 euros) sumados a sus salarios, equivalentes a más de 20 veces el salario mínimo en zonas pobres del país. Además, la población denuncia corrupción, bajos salarios, alza del costo de vida y desempleo creciente.

El presidente Prabowo Subianto hizo un llamamiento a la calma y expresó sus condolencias: “Estoy profundamente preocupado y entristecido por este incidente. Me han conmocionado y decepcionado las acciones excesivas de los agentes”, afirmó. Se ordenó una investigación exhaustiva y se detuvo a siete oficiales implicados, que enfrentarán un juicio ético con posibilidad de procesamiento penal.

Las redes sociales se han convertido en un canal clave para difundir imágenes de la represión y organizar movilizaciones. TikTok, por ejemplo, suspendió temporalmente su función de transmisiones en vivo debido a la magnitud de las protestas y la viralización de los hechos. Analistas señalan que la situación es una prueba importante para el gobierno de Prabowo Subianto, a menos de un año de asumir la presidencia, y podría marcar el rumbo de la percepción pública sobre su mandato, especialmente ante la creciente tensión social y económica.

La muerte de Kurniawan se ha convertido en un símbolo de la frustración social y de la demanda de justicia en Indonesia, un país donde las protestas contra la violencia policial y la desigualdad económica se han intensificado en las últimas semanas.

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