Zaporiyia y Chernóbil: ¿Qué pasaría si estallara un desastre nuclear durante la guerra?

La tensión en Europa del Este se mantiene en niveles críticos mientras la guerra entre Rusia y Ucrania continúa, con el riesgo de un incidente nuclear en las centrales de Zaporiyia y Chernóbil como una de las peores amenazas posibles. A medida que los combates se acercan a infraestructuras estratégicas, expertos internacionales advierten sobre las consecuencias devastadoras de un accidente nuclear en medio de un conflicto armado.

Zaporiyia: la central nuclear más grande de Europa en riesgo

La central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sureste de Ucrania, ha estado bajo ocupación militar rusa desde marzo de 2022, y recientemente se han reportado nuevos ataques y explosiones cercanas a los reactores, según información de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y del gobierno ucraniano. Con seis reactores activos, Zaporiyia tiene la capacidad de generar cerca de 6.000 MW de electricidad, abasteciendo gran parte del país.

Los expertos advierten que un impacto directo en la central podría liberar material radiactivo al medio ambiente, comparable a un accidente nuclear de magnitud similar a Chernóbil en 1986. Las corrientes de viento y la lluvia podrían propagar radiación a gran escala, afectando no solo a Ucrania sino también a países vecinos como Polonia, Hungría y Bielorrusia.

Chernóbil: el fantasma nuclear aún presente

Aunque la planta de Chernóbil lleva más de tres décadas sin operar, el sitio sigue siendo extremadamente peligroso por los residuos radiactivos almacenados. Durante la ocupación rusa en 2022, se reportaron incendios forestales cercanos a la zona de exclusión que liberaron partículas radiactivas al aire. Si un incidente nuclear moderno afectara los depósitos de Chernóbil, el riesgo de contaminación sería inmediato para Kiev y otras regiones centrales de Ucrania, además de la posible afectación transfronteriza en Europa del Este.

La central nuclear de Chernóbil se muestra aquí en mayo de 1986, pocas semanas después del desastre. (Crédito de la imagen: Igor Kostin/Laski Diffusion/Getty Images)
CHERNOBYL, UKRAINE, USSR – MAY 1986: Chernobyl nuclear power plant a few weeks after the disaster. Chernobyl, Ukraine, USSR, May 1986. (Photo by Igor Kostin/Laski Diffusion/Getty Images)

Consecuencias humanitarias y ambientales

Un accidente nuclear en un contexto bélico tendría consecuencias que van más allá de la radiación inmediata:

  • Evacuación masiva: Se requeriría evacuar cientos de miles de personas en un radio de decenas de kilómetros.
  • Contaminación de alimentos y agua: La agricultura y el suministro de agua potable se verían severamente afectados durante años.
  • Crisis sanitaria: Los hospitales locales y regionales no podrían atender la magnitud de las víctimas por radiación, quemaduras y traumas asociados al conflicto.
  • Impacto económico: La reconstrucción de la zona afectada podría costar decenas de miles de millones de dólares, sin contar la pérdida de producción energética.

Estudios de la Universidad de Princeton y del Instituto Internacional de Estudios de Seguridad Nuclear sugieren que un accidente nuclear en Zaporiyia podría provocar hasta 50.000 muertes directas en las semanas posteriores y generar millones de desplazados en toda Europa del Este.

La amenaza de la guerra: un riesgo doble

El conflicto armado aumenta el riesgo de un accidente nuclear por varias razones:

  1. Errores humanos bajo presión militar: Los operadores podrían verse forzados a realizar procedimientos críticos bajo amenaza de ataque.
  2. Daños por fuego cruzado: Bombardeos o ataques cercanos podrían comprometer los sistemas de contención de los reactores.
  3. Interferencia en protocolos de seguridad: La presencia militar reduce la capacidad de los organismos internacionales de supervisar y controlar la seguridad nuclear.

En marzo de 2024, la AIEA emitió un informe urgente alertando que la ocupación militar y los ataques repetidos aumentaban exponencialmente el riesgo de desastre. Los inspectores destacaron que cualquier explosión accidental o sabotaje podría generar contaminación radiactiva en 12 países europeos.

Lecciones históricas y alerta internacional

El mundo ya ha sido testigo del desastre de Chernóbil en 1986, cuando la negligencia y la falta de protocolos adecuados provocaron una catástrofe que afectó a millones de personas. Un incidente similar hoy, en el contexto de guerra, tendría consecuencias mucho más difíciles de gestionar debido a la imposibilidad de desplegar rápidamente equipos de emergencia internacionales.

La ONU y la Cruz Roja Internacional han solicitado repetidamente que las centrales nucleares en Ucrania se declaren zonas desmilitarizadas, pero hasta ahora Israel, Rusia y Ucrania mantienen posiciones divergentes, dejando en riesgo la vida de millones de personas.

Un accidente nuclear en Zaporiyia o Chernóbil no sería solo un desastre local, sino una catástrofe internacional con efectos duraderos en la salud, economía y seguridad de Europa del Este. La comunidad internacional sigue presionando para que todas las partes respeten la seguridad de las instalaciones nucleares, pero la tensión militar y los enfrentamientos constantes hacen que el riesgo siga siendo alarmantemente alto.

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