Las tensiones entre Camboya y Tailandia se reavivaron este miércoles luego de que un aldeano camboyano muriera en un tiroteo a lo largo de la disputada frontera común. El incidente amenaza con romper el alto el fuego vigente entre ambos países desde julio, mediado parcialmente por Estados Unidos.
Según el primer ministro camboyano, Hun Manet, tropas tailandesas abrieron fuego contra civiles en la zona de Prey Chan, en la provincia de Banteay Meanchey, dejando un muerto y tres heridos. Phnom Penh acusó a Bangkok de realizar “acciones provocadoras durante varios días” para generar enfrentamientos, aunque aseguró que sigue comprometida con los términos del cese al fuego.
El ejército tailandés, en cambio, afirmó que el tiroteo comenzó cuando fuerzas camboyanas dispararon hacia la provincia de Sa Kaeo. “Las tropas respondieron con disparos de advertencia siguiendo las reglas de enfrentamiento”, señalaron fuentes militares tailandesas.
Una habitante local, Hul Malis, contó que se encontraba preparando la cena cuando escuchó los disparos provenientes del lado tailandés: “Sentí miedo y me escondí en el refugio con mi familia. Mi marido dormía en la hamaca y también entró conmigo. Lo construimos hace dos meses, por si pasaba algo así”, relató.
La disputa histórica por la frontera
Camboya y Tailandia mantienen desde hace más de un siglo un conflicto territorial no resuelto. Las tensiones actuales se remontan al mapa de 1907, elaborado durante la colonización francesa, que define una frontera que Bangkok considera inexacta.

Uno de los puntos más sensibles es el templo Preah Vihear, de más de 1.000 años de antigüedad, sobre el cual la Corte Internacional de Justicia otorgó soberanía a Camboya en 1962, decisión que continúa generando resentimiento en sectores nacionalistas tailandeses.
En julio pasado, ambos países se enfrentaron durante cinco días en combates que dejaron decenas de muertos entre civiles y soldados. El alto el fuego posterior, con apoyo diplomático de Estados Unidos y Malasia, buscaba reducir la tensión antes de la cumbre de la ASEAN celebrada en Malasia.
Sin embargo, el reciente tiroteo en Prey Chan pone en duda la continuidad de ese acuerdo. El primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, declaró desde la frontera que “el pacto de paz ha finalizado”, aunque su cancillería matizó luego que solo se trata de una “suspensión temporal” del cumplimiento de sus términos.
La región vuelve a situarse así al borde de una nueva escalada, en un momento en que la estabilidad del sudeste asiático enfrenta múltiples desafíos políticos y militares.
