China busca dominar el Pacífico con su nuevo portaaviones Fujian

China ha puesto en servicio su portaaviones más grande y avanzado, el Fujian, en un paso decisivo hacia su objetivo de desafiar la presencia militar de Estados Unidos en el océano Pacífico. El buque, completamente diseñado y construido en territorio chino, representa un salto tecnológico para la Armada del país, la más numerosa del mundo en cantidad de barcos.

El presidente Xi Jinping encabezó la ceremonia de incorporación en la isla de Hainan, junto a más de 2.000 oficiales navales y trabajadores de construcción naval, según informaron los medios estatales chinos.

El Fujian es el tercer portaaviones de la flota china y el primero equipado con un sistema de catapulta electromagnética, similar al que utiliza el estadounidense USS Gerald R. Ford. Esta tecnología permite lanzar aeronaves más pesadas y con mayor carga, lo que amplía el alcance y las capacidades operativas del gigante asiático.

Los dos portaaviones anteriores de China, el Liaoning y el Shandong, utilizaban rampas de despegue más limitadas. El primero fue construido por la antigua Unión Soviética, mientras que el segundo fue una versión mejorada de ese diseño.

Modernización militar y rivalidad con Estados Unidos

Bajo el liderazgo de Xi Jinping, el Ejército Popular de Liberación ha impulsado una modernización militar acelerada, con el objetivo de alcanzar un nivel equiparable al de las fuerzas armadas estadounidenses para 2035. Para 2049, el centenario del régimen comunista, China aspira a tener unas fuerzas “de clase mundial”.

El Fujian será clave en esa estrategia. Además de su sistema de catapulta avanzada, el buque cuenta con aviones de combate de última generación, como el J-35 furtivo, el J-15T y el avión de alerta temprana KJ-600, lo que le otorga una capacidad ofensiva y defensiva sin precedentes para la marina china.

Sin embargo, a diferencia de los portaaviones de Estados Unidos, el Fujian no es de propulsión nuclear, lo que limita su autonomía. Aun así, con un alcance estimado de 10.000 millas náuticas, se considera el buque de guerra de propulsión convencional más grande del mundo.

Expertos militares coinciden en que el nuevo portaaviones podría desempeñar un papel clave en un eventual conflicto por Taiwán, isla que Pekín reclama como parte de su territorio. En respuesta, Japón expresó su preocupación por la creciente expansión naval de China. “Está ampliando sus capacidades militares de forma rápida y sin suficiente transparencia”, advirtió el portavoz japonés Minoru Kihara, asegurando que Tokio “responderá con calma, pero con firmeza” ante cualquier amenaza en la región.

El Fujian, que inició sus pruebas de mar en mayo de 2024 tras haber sido botado en 2022, consolida el avance tecnológico chino y marca un nuevo capítulo en la competencia naval global.

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