Estados Unidos ha confirmado la incautación petrolero Venezuela del crudo a bordo de un buque petrolero retenido en aguas cercanas a Venezuela. La Casa Blanca anunció que el navío, identificado como el Skipper, será trasladado a un puerto estadounidense para que su carga de petróleo sea requisada legalmente. Esta acción, parte de una operación más amplia contra el “régimen” de Nicolás Maduro, ha sido calificada por Venezuela como un “robo descarado” que escalará a instancias internacionales.
Proceso de Decomiso del Petrolero en Venezuela
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, detalló que el petrolero se encuentra actualmente en un proceso legal de decomiso, con un equipo de investigación a bordo interrogando a la tripulación. La operación se ejecutó conjuntamente por el Departamento de Justicia, el Departamento de Guerra y la Guardia Costera.
El Skipper es un “buque fantasma” que navegaba con una bandera no autorizada de Guyana (según confirmó la Administración Marítima de Guyana – Marad). Aunque en esta ocasión transportaba crudo venezolano, la orden de incautación petrolero Venezuela se basó en sus vínculos previos con el contrabando de petróleo iraní, sancionado por Washington. El presidente Donald Trump describió la embarcación como “un petrolero muy grande, el más grande jamás incautado”. Escalada Geopolítica y Acuerdo con Guyana
La incautación petrolero Venezuela coincidió con un acuerdo estratégico entre Guyana y EE.UU. para ampliar la cooperación militar, incluyendo el refuerzo de la colaboración a largo plazo y el acuerdo Shiprider, que permite a EE.UU. interceptar embarcaciones de narcotraficantes en aguas guyanesas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, enfatizó que esta acción forma parte de la operación de la Administración Trump contra el “régimen” de Maduro, acusándolo de “encubrir e inundar nuestro país con drogas letales”. Mientras Washington amenaza con “pronto” iniciar ataques dentro de territorio venezolano, Caracas llama a la defensa nacional.
La decisión de incautar el crudo venezolano marca un nuevo y peligroso punto de tensión en las relaciones entre EE.UU. y Venezuela, con Guyana en un papel clave debido a su reciente acuerdo de cooperación militar y su disputa fronteriza por el Esequibo. El proceso legal en un puerto estadounidense determinará el futuro de la carga, mientras Caracas promete llevar el caso a tribunales internacionales.
