Al menos 42 personas fueron asesinadas en la comuna de Cabaret, al norte de Puerto Príncipe, durante un ataque masivo atribuido a la coalición criminal Viv Ansanm. La matanza, perpetrada como represalia por la muerte de un jefe de banda, evidencia la escalada de violencia que atraviesa Haití.
Un ataque que expone la violencia sin freno en Haití
Según Baptiste Joseph Louis, autoridad local de Laboderie (municipio de Arcahaie), los atacantes irrumpieron el jueves en Cabaret tras haber sido repelidos inicialmente por la Policía Nacional y brigadas de autodefensa. Los criminales ejecutaron a 42 civiles y dejaron los cuerpos abandonados en calles y descampados, muchos de ellos mutilados o devorados por perros.
La ONG Collectif Défenseurs Plus denunció que la masacre fue una represalia por la muerte de “Vladimir”, jefe de banda abatido el 7 de septiembre. Además de asesinar a decenas de personas, los atacantes incendiaron viviendas y bienes de los habitantes. “Estas ejecuciones reflejan una lógica de venganza bárbara contra una población indefensa y tolerada por las autoridades estatales”, advirtió la organización.
Defensores Plus también alertó que la violencia se expande en varias regiones del país y que los desplazamientos internos se han duplicado desde principios de 2025. En el Bajo Artibonite, las pandillas intentan controlar carreteras y rutas de comunicación, mientras la región metropolitana de Puerto Príncipe continúa siendo epicentro de secuestros, ejecuciones y ataques sistemáticos contra civiles.
El secretario general de la OEA, Albert Ramdin, destacó el respaldo de los 32 estados miembros a una nueva misión de seguridad para Haití que sustituirá a la actual cuyo mandato vence en octubre. Para la organización hemisférica, la masacre de Cabaret confirma la urgencia de una respuesta nacional e internacional coordinada.
