En el cierre de su visita al Reino Unido, Donald Trump criticó abiertamente a Vladímir Putin por la persistencia de la guerra en Ucrania y pidió a Europa cortar la compra de petróleo ruso para presionar por un alto el fuego.
Trump pide más presión sobre Rusia
Donald Trump cerró su visita de Estado al Reino Unido con un mensaje directo al Kremlin: “Pensé que el conflicto en Ucrania sería el más fácil de resolver por mi relación con Putin, pero me ha decepcionado, realmente me ha decepcionado”, dijo en Chequers, la residencia campestre del primer ministro británico Keir Starmer.
El mandatario instó a los países europeos a dejar de comprar petróleo ruso como herramienta de presión económica. “Si su precio baja, Putin se retirará de esa guerra”, afirmó. Starmer respaldó la línea dura y pidió “acentuar la presión” sobre Moscú.
Trump insistió en que la guerra en Ucrania solo puede frenarse con un cambio radical en la estrategia europea frente al Kremlin. “No hay forma de que Putin retroceda si sigue ingresando dinero por el petróleo”, subrayó.
Starmer coincidió en que “cuando Trump ejerció presión, Putin mostró cierta disposición a actuar” y llamó a reforzar las sanciones.

Diferencias diplomáticas y acuerdos bilaterales
Aunque coincidieron en la necesidad de reforzar la presión sobre Rusia, Trump y Starmer exhibieron diferencias en otros frentes. El presidente estadounidense se mostró en contra del reconocimiento británico al Estado palestino, mientras que Starmer lo defendió como un paso necesario ante “la situación intolerable en Gaza”.
En inmigración, Trump comparó la crisis británica con la de Estados Unidos y aseguró que la migración irregular “destruye los países desde dentro”. Starmer anunció que intensificará las deportaciones en virtud del acuerdo con Francia, tras la llegada récord de más de 31,000 migrantes en lo que va del año.
Pese a las tensiones diplomáticas, ambos líderes firmaron un paquete de inversiones y cooperación tecnológica por más de 205,000 millones de dólares, que calificaron como “el mayor de la historia del Reino Unido”. También se anunciaron inversiones británicas en Estados Unidos, en especial del laboratorio GSK con 30,000 millones en cinco años.
Trump y la primera dama Melania Trump concluyeron su visita tras despedirse del rey Carlos III en Windsor y partir desde el aeropuerto de Stansted rumbo a Estados Unidos. El presidente definió al monarca británico como un “gran rey” y un “gran caballero”, subrayando que el vínculo con Londres sigue siendo “inquebrantable” en el plano diplomático y militar.