Zaporizhzhia al límite: Ucrania alerta por riesgo nuclear

La central nuclear más grande de Europa cumple cinco días con energía de emergencia mientras Zelneski cierra un histórico acuerdo armamentístico de 90.000 millones de dólares con Estados Unidos y crecen las tensiones con Hungría.

La planta nuclear de Zaporizhzhia, ocupada por Rusia desde 2022, atraviesa su quinto día funcionando únicamente con generadores diésel de emergencia tras quedar desconectada de la red eléctrica ucraniana. El Organismo Internacional de Energía Atómica advirtió que los sistemas de refrigeración y seguridad dependen ahora de esta “última línea de defensa”, aumentando el riesgo de un accidente nuclear de gran escala.

Según Kiev, la última línea eléctrica se cortó tras bombardeos rusos. Greenpeace Ucrania alertó que Moscú busca conectar la planta a su propia red eléctrica en territorios ocupados. Imágenes satelitales apuntan a la construcción de más de 200 kilómetros de nuevas líneas eléctricas y a trabajos para reiniciar un reactor pese a las condiciones de guerra.

Expertos comparan este escenario con Fukushima y advierten la posibilidad de una catástrofe nuclear similar a Chernóbil. Actualmente, los seis reactores permanecen en parada fría pero continúan necesitando electricidad externa para refrigeración y sistemas críticos.

En medio del riesgo nuclear, Zelenski apuesta a un megaacuerdo armamentístico para reforzar la defensa ucraniana

En medio de esta crisis energética y de seguridad, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy anunció un megaacuerdo armamentístico con Estados Unidos por 90.000 millones de dólares. El paquete incluye sistemas de defensa aérea, artillería, drones y producción conjunta de tecnología militar avanzada. Estados Unidos también comprará drones de fabricación ucraniana, reforzando la cooperación estratégica.

Zelenskyy criticó, además, la actividad de drones húngaros sobre Ucrania, a los que acusó de realizar “actividades peligrosas” de inteligencia. La denuncia agrava las tensiones con Budapest, aliado de Moscú y opositor al envío de armas a Kiev.

El mandatario reveló también que un sistema de defensa aérea Patriot de origen israelí lleva un mes operativo en Ucrania y que se espera la llegada de otros dos sistemas en otoño, reforzando así la cobertura frente a misiles y drones rusos.

La central nuclear de Zaporizhzhia se encuentra a pocos kilómetros de la línea del frente, con ataques recurrentes en sus alrededores. El Organismo Internacional de Energía Atómica mantiene personal rotativo en la instalación para verificar su seguridad y ofrecer asistencia técnica.

La combinación de riesgo nuclear y rearme masivo marca un punto de inflexión en la guerra. Ucrania se juega su seguridad energética y militar en un escenario donde cada movimiento puede tener consecuencias globales.

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