El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha lanzado una severa advertencia global al denunciar que su oficina ha documentado crímenes “extremadamente graves” y la muerte de miles de personas durante la reciente toma de la ciudad de Al Fasher, en Darfur, por las rebeldes Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Tras un asedio brutal de año y medio, la caída de este último bastión del Ejército sudanés el pasado 26 de octubre desencadenó una ola de violencia.
“Pudimos entrevistar a testigos de lo ocurrido en Al Fasher por separado y el patrón que se desprende es que miles de personas fueron asesinadas en un periodo de tiempo muy corto, a finales de octubre. No conocemos la cifra exacta, pero hablamos de miles, no solo de cientos”, señaló Türk en rueda de prensa.
Crímenes de Guerra y Lesa Humanidad
Los testimonios recogidos por la oficina de la ONU señalan un panorama desolador que incluye:
- Ejecuciones sumarias de civiles.
- Asesinatos de personas que intentaban salir de Al Fasher.
- Agresiones sexuales, incluyendo violaciones grupales, incluso delante de familiares.
- Secuestros para exigir rescates y saqueos generalizados.
El alto comisionado austriaco fue enfático al calificar estos hechos: “Estamos hablando de crímenes de guerra sin duda, y potencialmente también de crímenes de lesa humanidad”, subrayó, al tiempo que recordó que la violencia en la región ha adquirido motivaciones étnicas tras un “brutal” asedio que llevó a la hambruna.
La Violencia se Expande y el Llamado al Embargo de Armas
Türk advirtió que el patrón de atrocidades podría estar replicándose en Kordofán, una región del centro de Sudán donde ahora se concentran las hostilidades.
“No podemos permitir que se repita esta situación absolutamente horrible en Kordofán”, declaró, urgiendo a un cese total de las hostilidades y al retorno a un gobierno civil.
En su crítica a la comunidad internacional, el comisionado insistió en la necesidad de respetar el embargo de armas, algo que, según él, “ahora mismo no está ocurriendo”. Informes de Naciones Unidas apuntan a que al menos 16 Estados facilitan o financian la transferencia de armamento, munición y drones, que son cada vez más sofisticados y “es evidente que proceden del exterior”. Türk concluyó que hay “intereses claros en financiar a una u otra parte y proporcionarles armas”.
