Bolsonaro declarado culpable por intento de golpe contra Lula

El expresidente Jair Bolsonaro fue declarado culpable este jueves por la Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil por haber atentado contra el orden democrático y conspirar para impedir la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022. Con cuatro votos a favor y uno en contra, el fallo marca un punto de inflexión en la política brasileña y abre un debate sobre la responsabilidad de líderes en hechos de desestabilización institucional.

Un fallo histórico con implicaciones políticas

El voto decisivo fue emitido por Cristiano Zanin, presidente de la Primera Sala y exabogado de Lula, quien afirmó que “las pruebas permiten concluir que los acusados pretendían romper el Estado democrático de derecho”. El tribunal también halló culpables a otros siete acusados, incluidos exministros y exjefes militares vinculados al gobierno de Bolsonaro. La Fiscalía General presentó evidencias de la existencia de una “organización criminal armada, estructurada jerárquicamente y orientada a mantener a Bolsonaro en el poder, fuera cual fuera el método criminal a utilizar”.

Tras la declaración de culpabilidad, los jueces de la Corte Suprema comenzarán este viernes a discutir las penas, que podrían alcanzar hasta 43 años de prisión para Bolsonaro. La acusación considera al expresidente como “jefe” de la organización criminal, lo que representa un agravante en la determinación de su condena.

Cómo se gestó el intento de golpe

Según la Fiscalía, la conspiración comenzó en 2021, más de un año antes de las elecciones, cuando Lula empezaba a liderar las encuestas. La estrategia incluyó campañas de descrédito contra las instituciones y el sistema electoral brasileño, con Bolsonaro al frente. Tras la derrota electoral de octubre de 2022, la trama escaló con protestas, campamentos frente a cuarteles militares y atentados frustrados por la policía.

El punto más violento se produjo el 8 de enero de 2023, cuando miles de activistas bolsonaristas asaltaron con violencia las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la propia Corte Suprema en Brasilia. De acuerdo con el tribunal, ese episodio fue el resultado de una trama organizada para “perpetuarse en el poder” e instalar una “dictadura” en Brasil. La Fiscalía sostiene que Bolsonaro dirigió personalmente la conspiración y alentó la presión sobre las Fuerzas Armadas para impedir la toma de posesión de Lula.

El fallo de la Corte Suprema representa un precedente judicial inédito en Brasil y refuerza la idea de que las instituciones democráticas pueden actuar frente a intentos de ruptura del orden constitucional. Observadores internacionales consideran que la condena podría influir en futuras causas relacionadas con violencia política y radicalización en América Latina.

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