El Gobierno de Israel comunicó este sábado que comenzará a implementar “inmediatamente” la primera fase del plan de paz para Gaza presentado por el presidente estadounidense, Donald Trump. La decisión se produce luego de que Hamás aceptara liberar a los rehenes israelíes bajo los términos propuestos por Washington.
En un comunicado oficial, la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu señaló que Israel trabajará “en plena cooperación con el presidente y su equipo para poner fin a la guerra de acuerdo con los principios expuestos por Israel, que se corresponden con la visión de Trump”.
Trump celebra y exige detener los bombardeos
Donald Trump celebró lo que calificó como un “posible acuerdo histórico” y afirmó que el proceso permitirá que “todos reciban un trato justo”. A través de su red Truth Social, el mandatario pidió a Israel detener de inmediato los bombardeos sobre la Franja de Gaza para garantizar la salida segura de los rehenes.
“El grupo islamista palestino ha demostrado estar listo para una paz duradera. Israel debe detener el bombardeo de Gaza para que podamos liberar a los rehenes de forma rápida y segura. Ahora mismo es demasiado peligroso”, señaló.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también respaldó la iniciativa y sostuvo que “la liberación de los rehenes y un cese el fuego en Gaza están a nuestro alcance”.
El plan de 20 puntos
La propuesta de Trump contempla un alto al fuego inmediato, la liberación de los rehenes, la desmilitarización de Gaza y la creación de un gobierno de transición bajo supervisión internacional. Según lo anunciado en la Casa Blanca, el expresidente británico Tony Blair participaría en la gestión de ese proceso.
Aunque la hoja de ruta menciona la posibilidad de negociar un futuro Estado palestino, Netanyahu descartó esa opción de manera explícita, reafirmando la negativa histórica de su gobierno a reconocer una solución de dos Estados.
Paz condicionada y tensiones en la región
Si bien la iniciativa es presentada como un paso hacia la paz, críticos señalan que las condiciones impuestas refuerzan la posición de Israel y limitan de manera significativa la autodeterminación palestina. La desmilitarización de Gaza sin garantías de soberanía y el control internacional de su administración dejan al enclave bajo tutela extranjera, más que bajo un verdadero proceso de emancipación.
Analistas advierten que el plan puede terminar consolidando una “paz condicionada”: un cese de hostilidades temporal que mantiene intactas las estructuras de ocupación y deja a los palestinos en una situación subordinada.
En este contexto, la decisión de Netanyahu de alinearse sin reservas con Trump revela una estrategia de supervivencia política y militar, pero también prolonga un statu quo que históricamente ha impedido una solución justa y duradera para ambas poblaciones.