A pesar de los llamados internacionales, la disputa fronteriza entre Tailandia y Camboya se intensifica, dejando un saldo de diez muertos y más de 140.000 civiles desplazados. La soberanía de antiguos templos coloniales es el foco del conflicto.
La escalada del conflicto: Recuento de muertos y la crisis humanitaria
Los enfrentamientos a lo largo de la frontera entre Tailandia y Camboya se han extendido considerablemente, elevando el saldo total de víctimas mortales a diez personas y provocando una grave crisis humanitaria con cerca de 150.000 personas desplazadas.
La reanudación de los combates, que comenzó el domingo por la noche, se produce menos de dos meses después de que ambos países del sudeste asiático firmaran un acuerdo de alto el fuego impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump.
Acusaciones mutuas y las últimas ofensivas militares
Ambos vecinos se culpan mutuamente de haber roto la tregua. El Ministerio de Defensa camboyano informó en Facebook que, como resultado de los ataques del ejército tailandés en la provincia fronteriza de Banteay Meanchey, dos civiles camboyanos perdieron la vida en la Carretera Nacional 56.

La portavoz ministerial, Maly Socheata, actualizó el balance camboyano a siete civiles muertos y una veintena de heridos hasta el martes por la mañana. Horas después, el ejército tailandés confirmó la muerte de dos de sus soldados, sumando un total de tres bajas militares tailandesas.
El ex primer ministro camboyano Hun Sen declaró que su país tomó represalias “después de haber sido pacientes por más de 24 horas para respetar el alto el fuego”, mientras que el primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, instó a “proteger nuestra soberanía. No podemos detenernos ahora”.
El origen del desacuerdo: Fronteras coloniales y templos sagrados
El núcleo de la disputa es un desacuerdo que se remonta al dominio colonial francés, centrado en las fronteras y la soberanía de varios templos antiguos situados en la zona limítrofe.
Esta no es la primera escalada de este año. En julio, ambos países se enfrentaron durante cinco días, un conflicto que dejó 43 muertos y unos 300.000 desplazados antes de la entrada en vigor de una tregua, que fue suspendida por Tailandia semanas después tras el estallido de una mina.
Llamamientos internacionales a la moderación
Ante la intensificación del conflicto, la comunidad internacional ha emitido llamados urgentes:
- Estados Unidos: El secretario de Estado Marco Rubio pidió el “cese inmediato de las hostilidades, la protección de los civiles y el regreso de ambas partes” al acuerdo de paz.
- Unión Europea: Hizo un llamado a la “máxima moderación”.
- ONU: El secretario general Antonio Guterres instó a Tailandia y Camboya a “renovar su compromiso con el alto el fuego”.
La crisis de refugiados es inminente. Las autoridades han reportado la evacuación de 125.000 personas del lado tailandés y más de 21.000 del lado camboyano. Familias como la de Poan Hay, una camboyana de 55 años, se ven obligadas a huir de su hogar por cuarta vez, buscando refugio en pagodas lejos del conflicto.
