El riesgo de genocidio en Sudán crece de manera acelerada tras la reciente toma de la ciudad darfurí de Al Fasher por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido. Así lo alertaron representantes de la ONU y de la Unión Africana durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos celebrada en Ginebra.
Un llamado urgente ante el avance de las atrocidades
El enviado especial de la UA para la prevención del genocidio, Adama Dieng, leyó un comunicado conjunto con su homólogo en la ONU, Chaloka Beyani, en el que ambos sostienen que las señales son claras y cada día más graves. Según afirmaron, el mundo debe ir más allá de las condenas y tomar medidas concretas para detener el flujo de armas, frenar los abusos y garantizar el acceso humanitario.
Dieng recordó que dos años y medio de guerra civil han dejado al menos 40.000 muertos y 14 millones de desplazados, en una de las peores crisis humanitarias del planeta.
Acusaciones de asesinatos por motivos étnicos
El embajador sudanés en Ginebra, Hassan Hamid Hassan, acusó a las FAR de cometer asesinatos basados en la etnia de las víctimas desde que tomaron Al Fasher el 26 de octubre. Sostuvo que los hechos “no pueden describirse sino como un genocidio” y denunció que Emiratos Árabes Unidos estaría proporcionando apoyo militar a la milicia.
El representante emiratí, Jamal Jama Al Musharakh, evitó responder a las acusaciones y se limitó a señalar que todas las partes están atacando a civiles y obstaculizando la llegada de ayuda humanitaria.
Nueva investigación internacional sobre Al Fasher
El Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución que ordena una investigación urgente sobre las atrocidades cometidas en Al Fasher. La iniciativa, presentada por Reino Unido y respaldada por países europeos, fue adoptada sin votación, aunque Sudán, Cuba y China aclararon posteriormente que no se sumaban al consenso por diferencias en el contenido.

La Misión Independiente de Investigación para Sudán describió la ciudad como “una escena de crimen”. Según la jurista Mona Rishmawi, integrante de la comisión, los testimonios y pruebas recopilados dan cuenta de asesinatos deliberados, torturas, violaciones, secuestros y desapariciones forzadas a gran escala.
Un campo de exterminio en la universidad
Las FAR habrían convertido la Universidad de Al Fasher en un verdadero campo de exterminio, según la misión de la ONU. Allí se refugiaron miles de personas exhaustas y sin alimentos, mientras otras denunciaron ejecuciones dentro del Hospital Saudí de la ciudad.
La ONU estima que solo 90.000 personas lograron escapar de Al Fasher, de las aproximadamente 260.000 que permanecieron atrapadas durante año y medio de asedio.
Crímenes selectivos y violencia sistemática
La misión internacional documentó asesinatos selectivos de hombres pertenecientes a determinados grupos étnicos en Al Fasher y en los puestos de control en las afueras de la ciudad. Mujeres y niños fueron víctimas de violaciones, secuestros y desapariciones forzadas.

Rishmawi insistió en que estos crímenes eran previsibles debido a décadas de impunidad y reclamó al mundo que deje de financiar y apoyar “una maquinaria de brutalidad” que continúa operando sin consecuencias.
Una crisis que exige acción inmediata
Las advertencias de la ONU y la UA se suman a los crecientes llamados internacionales para detener la violencia en Sudán y evitar un escenario aún más devastador. Con una población masivamente desplazada, ciudades destruidas y un conflicto marcado por componentes étnicos, la situación en Darfur se acerca peligrosamente a un punto sin retorno.
