La República Islámica de Irán ha ejecutado al menos a 1.000 personas condenadas a muerte desde principios de 2025, según denunció la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega. El grupo califica la situación como una “campaña de asesinatos masivos” dentro de las cárceles iraníes.
Solo en la última semana, IHR documentó al menos 64 ejecuciones —un promedio superior a nueve ahorcamientos por día—, una cifra sin precedentes desde que la ONG comenzó a monitorear los casos en 2008. El récord anterior, de al menos 975 ejecuciones en 2024, ya fue superado a pesar de que faltan más de tres meses para terminar el año.
Organizaciones de derechos humanos advierten que el país atraviesa la mayor ola de ejecuciones de las últimas tres décadas, en un contexto marcado por las protestas contra el ayatolá Alí Jamenei en 2022 y 2023 y por las tensiones regionales tras la guerra de 12 días contra Israel en junio pasado.
“El régimen iraní ha iniciado una campaña de asesinatos masivos en las prisiones, y ante la falta de respuestas internacionales contundentes, las dimensiones de esta tragedia crecen día a día”, afirmó Mahmud Amiry-Moghaddam, director de IHR, en un comunicado.
La ONG subrayó que sus datos son “un mínimo absoluto” debido a la opacidad del sistema judicial iraní y a las restricciones para informar. Actualmente, las ejecuciones en Irán se realizan casi exclusivamente mediante ahorcamiento, aunque la ley islámica (‘sharía’) contempla otros métodos. La mayoría de los ajusticiamientos tienen lugar dentro de las prisiones, pero algunos se efectúan en público.
De acuerdo con Amnistía Internacional, Irán es el segundo país con más ejecuciones en el mundo, después de China, donde se estima que miles de personas son ejecutadas cada año, aunque sin cifras oficiales disponibles.