El alto mando de Trinidad y Tobago ordenó este viernes el regreso inmediato de todos los soldados a sus bases y declaró el nivel de alerta uno en todo el país, en medio de la creciente tensión regional por el despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe y las advertencias de Venezuela sobre una posible “agresión”.
En un comunicado interno difundido a las fuerzas armadas, las Fuerzas de Defensa de Trinidad y Tobago (TTDF) indicaron: “Con efecto inmediato, todas las unidades deberán presentarse en sus respectivos cuarteles. Se declara alerta máxima”. La Policía Nacional también suspendió permisos y licencias del personal operativo.
Fuentes militares locales señalaron que se trata de una medida preventiva ante el “entorno de seguridad incierto” que vive la región. Durante la jornada, altos mandos mantuvieron reuniones a puerta cerrada para coordinar la operatividad del dispositivo.
Crece la tensión en el Caribe
La decisión se produce dos días después de la llegada de un destructor de la Armada estadounidense a Puerto España para participar en ejercicios conjuntos contra el narcotráfico, en el marco del despliegue militar ordenado por el presidente Donald Trump. Caracas considera la operación una “provocación militar” y un intento de “instalar una guerra en el Caribe”.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, llamó al pueblo trinitense a impedir que Washington “meta una guerra en el Caribe”, mientras que su canciller, Yván Gil, advirtió este viernes que los países vecinos serían los que sufrirían “las consecuencias más lamentables” de una eventual intervención militar.
Trinidad y Tobago, cuya costa se encuentra a apenas 11 kilómetros de Venezuela, ha estrechado su cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad y control marítimo. Sin embargo, la creciente militarización regional genera preocupación entre los gobiernos caribeños ante el riesgo de un conflicto en sus aguas.
